viernes, 18 de diciembre de 2009

SOLEDADES

El cielo, los árboles,
siempre en la tarde
se adormecen las nubes
si apacienta la luz
evocan el recogimiento de mi alma
el estandarte de ese olor a ti

Las aves, otra vez las nubes
la fresca mañana y su noticia
los azares, la delicia
si asoma tu alma dulce.

Pensamientos se arremolinan
en mi frente tormentosa
cual simientes de flores
sin saber dónde se posan.

Otra vez el sol suplanta las oscuridades
otra vez la calma anhelada
las verdades escondidas
la pólvora desgastada.

ya se marcha el mes de abril
sin a penas darme cuenta
nacerá la tórrida estación
con mi soledad descubierta.

OTOÑO… OTRA VEZ…

Otra vez la brisa fresca nos anuncia
¡el otoño se asoma!
que una nueva etapa amanece
ocultando la estival señora.

Otra vez me refugio en mi morada
haciendo más cálido el frío
que sinuoso entra por mi ventana,
indolente y sin estío.

Una vez más la amistad se acerca
como vaivén de olaje sin ritmo,
el sol se hace débil
y sólo calienta un poquito.

De nuevo la cíclica e infalible
ruleta estacional aparece
a unos apasiona
a otros nos mece

lunes, 7 de diciembre de 2009

EL DUELO DE LA MIGRACIÓN

            La migración es una situación de cambio que no tan sólo da lugar a ganancias y beneficios sino que también comporta toda una serie de tensiones y pérdidas a las que se denomina “duelo”.

           Se entiende por duelo el proceso de reorganización de la personalidad que tiene lugar cuando se pierde algo que es significativo para el sujeto. En el caso de la emigración tendría que ver con la reelaboración de los vínculos que la persona ha establecido con el país de origen, vínculos que se han constituido durante las primeras etapas de la vida y que han jugado un papel muy importante en la estructuración de su personalidad.

            Al marchar, el emigrante tiene que mantener esos vínculos porque a través de ellos se expresa su personalidad y, a la vez, para adaptarse al país de acogida, debe poner en marcha nuevos vínculos que en parte sustituirán a los que deja atrás.