Morena de altivas torres
de amapolas el camino
con la febril protección
con que cubres sus designios.
Por la galería caminas
en tus pensamientos sola
hijos, esposo, consuelo
de las adheridas sombras
Tuyos son desde siempre
esos abriles de infancia
que con la luz de tus ojos
tiñes de añil lontananza
Altanero de ingenuo ímpetu
yo errado en el verbo torpe
como navíos y naufragios
mas mi mente rema noble
“Compañera tu sabes
puedes contar conmigo
no hasta dos o hasta diez
sino CONTAR CONMIGO”(M. Benedetti)
jueves, 28 de enero de 2010
sábado, 16 de enero de 2010
TRECE DE ENERO
Columbro rostros oscuros cegados
en la soledad del velado polvo
La tierra tembló, ya la muerte trajo,
sobre la azabache piel malherida
de mares celestes, atolón e isla
prestando el pudor en sollozo humano.
Polvoriento el monte otrora manglar
hundida urbe por la tierra agitada
puerto con naufragios mojada espalda
rota esperanza en empujón brutal

ojos que hablan de una tristeza sólo
profunda tal sufrimiento humano
En la pena, piernas, brazos y piedras
hombre que sin consuelo llora solo
buscando sin licencias entre escombros
al vástago perdido en ruin floresta
La tierra tembló, ya la muerte trajo,
sobre la azabache piel malherida
de mares celestes, atolón e isla
prestando el pudor en sollozo humano.
Polvoriento el monte otrora manglar
hundida urbe por la tierra agitada
puerto con naufragios mojada espalda
rota esperanza en empujón brutal
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