Como ave retorno al nido intacto de crías
Mi corazón busca el tuyo que lo acame
Como en su día el viento fresco y suave
Rozó tus ojos, tu boca malva con la mía.
Conforta el río en su camino hoy oquedad
Presagio de las naves húmedas sin agua
Olor a piel perfumada orvallo sin paraguas
Y recta mi propensión hacia tu felicidad
Cuán próvida moderación en el discurso
Cuán altanero tu verbo frágil, circunspecto
Si yo, solo la leve connivencia busco.
Huyo de intrincados y laberínticos deseos
Con mis voces los certeros retratos perfumo
Esperando con sosiego el ulterior bojeo.
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