Lástima del ser que no puede ver tus ojos
tus labios me ofrecen diez años
como al campo girasoles
y cuando en otoño sueñas te arropo.
Ancha la frente de sol bruñido
en verano
y en invierno
tus cabellos derriban el frío.
Párvulo de feliz lozanía
infancia nerviosa, inquieto
pero siempre despierto en la noche
y cuando se hace el día.
Corre que corre cual halcón
extiende su plumaje negro
rondando el patio en su sonrisa
cortando el cielo en dos.
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